Los movimientos dentro del agua ofrecen una resistencia que facilita el ejercicio de nuestra musculatura de manera suave.
Hacer deporte en los meses de verano supone afrontar un extra de calor que no todos logran soportar igual de bien. Por eso los deportes acuáticos son los favoritos de millones de personas durante el periodo estival. Y entre todas las actividades acuáticas, la natación es la que ofrece más ventajas siendo al mismo tiempo la más sencilla.
Los movimientos dentro del agua ofrecen una resistencia que facilita el ejercicio de nuestra musculatura de manera suave. Además, la flotabilidad del medio supone un alivio para nuestras articulaciones, que no reciben golpes ni rebotes típicos en muchos otros deportes y actividades terrestres. De este modo, la natación protege nuestras articulaciones mientras favorece el desarrollo muscular generalizado sin un exceso de tensión mecánica en los tejidos.
La búsqueda de lugares para disfrutar del agua puede resultar compleja debido a la masificación de algunos de ellos. Básicamente hay dos opciones generales.
Cuerpos de agua naturales.
Cuerpos de agua artificiales.
Algunos beneficios de la natación son comunes para todas las personas, como es el hecho de refrescar la temperatura corporal y mejorar la flexibilidad articular. Asimismo, la capacidad respiratoria y cardiovascular se incrementan, refuerzan y mantienen con la natación. Pero otros beneficios se despliegan de manera más intensa según la edad de cada persona.
Algunas lesiones típicas en nadadores son la bursitis y la luxación del hombro, la tendinitis en codos y rodillas, así como los esguinces en hombros y tobillos. Para evitarlas conviene realizar estiramientos y calentamientos previos al ejercicio, tanto en seco como dentro del agua. Algunos estiramientos también se pueden realizar tras el ejercicio para elongar la musculatura y los ligamentos y que estos se recuperen del esfuerzo.
La torsión del tronco a ambos lados, los movimientos circulares de manos, brazos y pies, así como flexiones y giros de cuello ayudan a prevenir problemas y dolores. De ocurrir estos mientras estamos en el agua, además pueden resultar más peligrosos. Los estiramientos facilitan la extensión de la fascia que recubre los músculos.
Como opción adicional tenemos el Gel Active de activación muscular de Fisiocrem, el cual, aplicado mediante un masaje, facilita la preparación de los músculos para el ejercicio. Su exclusiva fórmula a base de extractos naturales de caléndula, árnica, melaleuca y otros contribuye a que los ligamentos y músculos estén preparados no solo para el ejercicio, sino también para los esfuerzos cotidianos. Esto ayuda a disminuir lesiones. Este gel puede usarse tanto antes del ejercicio como después para procurar el confort de la musculatura.
En caso de aparecer molestias, lo primero es dejar de nadar y salir del agua. Si se prolongan, debemos detener el ejercicio durante varias jornadas y comprobar si tenemos alguna inflamación, que podría aliviarse con hielo o algún material frío aplicado sobre la zona.
Podemos recurrir al parche para el dolor muscular y articular de Fisiocrem, cuya tecnología de microcorrientes generadas mediante reacciones químicas procura el alivio de las molestias causadas por un exceso de ejercicio o por contracturas musculares y articulares.
La natación es una opción excelente durante todo el año, pero especialmente durante el verano. Recurriendo a las prevenciones y productos adecuados disminuiremos el riesgo de lesión y podremos disfrutar de todos los beneficios de la natación.
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